jueves, 17 de diciembre de 2009

Sobre el origen de mis silencios

Podría comenzar... diciendo -en abstracto- que mi estado mental cotidiano puede compararse a un embotellamiento a la altura del obelisco tipo 18hs con piquetes en dos o tres intersecciones.

Cualquier pequeño acto rutinario -tal como preparar un plato de fideos blancos con queso- desencadena un proceso complicado y retardado de pensamiento. Estoy como en el camino intermedio entre un físico teórico y una loca de atar:


1) Un hecho pequeño desata un par de pensamientos al respecto

2) Más pensamientos se suceden cada vez a más velocidad (y más densidad)

3) Surgen nuevas variables (y no todas tienen que ver ya a esta altura con el hecho inicial)

4) Todas las variables se juntan

5) Se produce el embotellamiento de ideas

6) Tiro todo a la mierda y me callo







Minovio, "Velocity"

5 comentarios:

  1. entonces es cuando tenes que poner este video:
    http://www.youtube.com/watch?v=-MzrAGZHDvo
    y me decis como te fue :)
    saludos

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  2. Menàge: tengo que escribir un "Preludio a la Chopin" para la facu. Y, justamente, el embotellamiento me dijo "dejálo para el año que viene", juaaaa. Cuando lo termine te lo paso, ¡veo que podés ser mi opinión experta!

    Mine: vos me conocés amigaa. Jaaaa!

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  3. ahhh bueno bueno bueno!!!!!!
    supongo que armar un preludio de esos, armar una estructura armonica de esas, esos mordentes.... y claro, hay que tener la locura que tenia ese señor.
    viste la pelicula El Pianista?
    cuando tengas eso porfa mostrame.

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